Aunque hemos hablado anteriormente de diversas formas de prevención y métodos de diagnóstico, vamos a centrarnos esta vez en los principales síntomas del cáncer de mama, que pueden ser indicadores en determinados casos.

Los signos y síntomas del cáncer de mama dependen de cada persona y pueden ser muy diferentes entre sí. Algunas personas, incluso, pueden no llegar a presentar ningún tipo de síntomas y sólo descubrir el tumor mediante una mamograría rutinaria.

Algunos de los síntomas del cáncer de mama que pueden aparecer son:

• Aparición de un bulto en la mama o en la axila (debajo del brazo):

  La detección de un bulto que antes no existía y que, al tacto, se nota diferente del tejido mamario que lo rodea puede ser el primero de los síntomas. Puede presentarse con bordes irregulares y más duro, acompañado en ocasiones de cambios de color o tirantez en la piel de la zona afectada.
  Aunque también podría presentarse con diferentes características, como bordes regulares o suaves al tacto, por lo que ante cualquier anomalía se debe acudir al médico.

  Además, este bulto se puede desplazar bajo la piel durante las primeras fases mientras que, en las fases más avanzadas, suele estar adherido a la pared torácica o a la piel y no se desplaza.

  Sin embargo, la mayoría de los bultos en las mamas son causados por otras afecciones médicas, como los quistes (pequeños sacos de líquido que se forman en las mamas) o la enfermedad fibroquística (causa sensibilidad al tacto y dolor, además de bultos).

• Dolor en cualquier parte de la mama. Aunque el dolor de mama no es un signo de cáncer, el 10% de las pacientes lo suelen presentar sin que se palpe ninguna masa.
• Aumento o hinchazón de una parte de la mama, así como hundimientos de la piel o irritación.
• Dolor, enrojecimiento o retracción del pezón o la mama.
• Secreción por el pezón, que no sea leche materna, incluso de sangre.
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.

Todos estos síntomas pueden estar presentes en otras afecciones diferentes al cáncer; sin embargo, se recomienda acudir al médico ante cualquier signo, además de realizarse pruebas rutinarias cada cierto tiempo.

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