La práctica de deporte es primordial a la hora de mantener un cuerpo en condiciones saludables y prevenir enfermedades.
Pero es necesario cuidar la alimentación en el deporte para disponer de reservas energéticas y aumentar su eficacia.
A continuación, proponemos una serie de hábitos alimenticios para aprovechar al máximo los beneficios del deporte.
- Hidratos de carbono, que aportan energía y su consumo debe aumentar en relación a la cantidad de ejercicio practicado. Entre estos se encuentran el pan, cereales integrales, la pasta y el arroz.
- Alimentos ricos en grasas insaturadas que mejoren la acción muscular, como el aceite de oliva virgen, pipas de calabaza y girasol y pescados como el atún, el arenque o la sardina.
- Alimentos que aporten calcio: lácteos, brócoli, almendras o tofu de soja.
- Ricos en potasio, entre los que destacan plátanos y cítricos, patatas, verduras crudas y albaricoques secos.
- Vitamina B12 para renovar la sangre (algas marinas, pollo, lácteos y levadura de cerveza) y vitamina E, antioxidante celular (germen de trigo, pipas, almendras, piñones, avellanas, aceite de girasol, brécol y aguacate).
- Agua y zumos de fruta en abundancia, antes y después del ejercicio.