Estas plantas, junto con los hongos, pertenecen al grupo de las protistas, y pueden ser de cuatro tipos según su color: azules, pardas, rojas o verdes.
Según investigadores de la King Saud University a raíz de los análisis llevados a cabo en diferentes tipos de algas, éstas contienen bioflavonoides, quercetina (antioxidante de altas propiedades nutricionales) y kaempferol (agente antioxidante).
Estos dos últimos han sido tratados como efectivos agentes farmacológicos contra el cáncer. Además, los flavonoides, polifenokles y caratenoides de las algas protegen el cuerpo de enfermedades reforzando el sistema inmune.
Hay que tener en cuenta el alto contenido en yodo de las algas (un oligoelemento que el organismo sólo necesita en las justas proporciones y puede afectar a las personas que padecen de hiper o hipotiroidismo) e incluirlas con precaución en nuestra dieta para evitar posibles efectos secundarios.
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